jueves, 25 de agosto de 2011

PIRAMIDES





 extraordinarias obras maestras de la arquitectura antigua, mantienen en velo a miles de expertos en todo el mundo, y han sido una fuente de incontables estudios arqueológicos en los últimos siglos.Algunas de las pirámides más populares son las tres pirámides de Giza (siendo la mayor una de las siete maravillas del mundo), la pirámide escalonada de Saqqara, la pirámide roja de Seneferu, y las pirámides de Meroe, excavadas en el siglo pasado




Hace más de 4,000 años, las pirámides se utilizaban como templos de adoración a los dioses, y como tumbas para los faraones, que eran momificados y “sepultados” junto a sus tesoros.




Según algunos estudios se cree que el proceso de construcción de una pirámide se iniciaba con un aplanamiento del terreno rocoso, seguido por la excavación de canales, que posteriormente se inundaban con agua con el fin de encontrar un nivel exacto para el trazado horizontal. Una vez que todo estaba dispuesto, se rellenaban los surcos, y se excavaba la cámara subterránea, y comenzaba la edificación con bloques de granito.
Estos bloques, que alcanzaban los 4,5 metros de largo y superaban los 2,500 kg, eran cortados en canteras próximas al lugar de construcción, y posteriormente trasladadas en barcos y trineos hasta su lugar de emplazamiento final.










Las pirámides de Giza son sin duda el legado más impresionante y simbólico que dejó la civilización faraónica. Reconocibles en todo el mundo, han superado la erosión del tiempo y los elementos, perdiendo por el cambino casi la totalidad del recubrimiento que dio color y brillo a la necrópolis.
Las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos resisten, aunque sin color y con los escalones de piedra mediante los que se construyeron, expuestos al implacable sol egipcio. Respecto al metodo utilizado para su construcción, son aún muchos los enigmas y cada cierto tiempo surgen nuevas teorías que refutan las anteriores con hipótesis y hallazgos arqueológicos, pero que no dan por cerrado el debate que existe entre los arqueólogos y egiptólogos.
Misterios de las pirámides
De dónde procedía el saber o la tecnología utilizada para la construcción de estos colosos es quizá una de la preguntas más frecuentes en los misterior aún por resolver respecto a la pirámides. Pero por qué nunca se ha encontrado la momia de un faraón dentro de una pirámide, si su función era la de albergar su cuerpo y parte de su legado para el viaje al otro mundo.
Los saqueos y pillajes han sido una práctica habitual durante siglos, y resulta lógico, habida cuenta de las increíbles riquezas que se guardaban en su interior, pero hasta en las pocas cámaras halladas intactas, el sarcófago siempre estaba vacío. Hay incluso algunos expertos que descartan la teoría de que las pirámides fueran utilizadas como tumbas y aseguran que se trataba más bien de edificios destinados a servir de iniciación. Para defender esta hipótesis se basan en el hecho de que las pirámides más famosas, las de Giza, fueron construidas por el faraón Snefru, padre de Keops, y remarcan la incongruencia de crearse tres tumbas para él solo.
Los egiptólogos, además de seguir preguntándose el por qué de construir un monumento tan colosal y llamativo si lo que se quería era huir del saqueo, que ya era habitual en las mastabas, surgen nuevos descubrimientos como la disposición de las pirámides en la meseta de Giza, con igual situación que las tres estrellas del ‘cinturón’ de la constelación de Orión.
Estos son sólo algunas de los interrogantes que asaltan al viajero cuando entra en el claustrofóbico interior de Keops o Kefren. Con la sensación de estar en una sauna y sufriendo la falta de oxígeno, cuando el visitante llega a la cámara central, donde sólo queda el sarcófago, el silencio de la estancia parece ser expulsado por la paredes, grandes bloques de piedra que ofrecen más preguntas que respuestas.
Las pirámides concentran campos de energía que confluyen en su punto central, quizá de ahí esa sensación extraña que se experimenta en su interior. Lo cierto es que esta realidad física ha tenido en numerosas culturas aplicaciones terapéuticas y espirítuales.
Hoy en día, el crecimiento de El Cairo casi ha alcanzado a la meseta de Giza y sorprende ver lo cerca que se encuentran algunos edificios y barrios, que surgen de manera poco controlada y sin servicios, debido a la fuerte inmigración del entorno rural que sufre la capital egipcia y la falta de recursos y planificación para absorberla.
. El Secreto de las Pirámides y Napoleón
La frase se pronunció el 21 de julio de 1798. Durante la batalla que enfrentaría a las tropas francesas y a los mamelucos, Napoleón exhortó a sus soldados con aquel mítico ¡cuarenta siglos os contemplan!. El general se refería, naturalmente, a la edad de la más grande de las tres pirámides de la meseta de Giza, a las afueras de El Cairo. La única de las siete maravillas del mundo antiguo que aún sigue en pie… Más de doscientos años después, los egiptólogos están casi convencidos de que la fecha dada por Napoleón en su conocida arenga es fundamentalmente correcta.
En efecto, la Gran Pirámide de Giza, un monumento que originalmente superó los 146 metros de altura -el equivalente a un edificio moderno de 40 plantas-, fue levantado en tiempos del faraón Keops, de la IV Dinastía, hacia el 2500 a C. Pero no todos están de acuerdo en esa cronología. En el siglo 25 antes de nuestra Era, sin ruedas ni poleas, ni grúas o máquinas de ninguna clase, un grupo indeterminado de obreros movió la friolera de más de dos millones de bloques, de pesos comprendidos entre las 2,5 y las 60 toneladas. Y no sólo eso: sin brújula -no existía- orientaron sus cuatro paredes a los cuatro puntos cardinales con una precisión pasmosa; sin hierro practicaron agujeros que parecen hechos con un taladro en los que al examinar las muescas se ve que cada vuelta de torno profundizaban en el granito hasta doscientas veces más que lo que lograríamos nosotros hoy con un taladro de punta de diamante; y sin instrumentos ópticos orientaron algunos canales internos hacia la posición que ocupaban estrellas como Sirio, Zeta Orión o Alfa del Dragón, muy importantes dentro del contexto religioso egipcio.
Esos y otros detalles evidencian que los constructores de la Gran Pirámide poseían unos conocimientos científicos que los expertos dudan en conceder a los primeros egipcios. ¿Y entonces a quién? La falta de pruebas concretas sobre la autoría de este monumento, en el que no se han encontrado grandes inscripciones con el nombre del faraón que las levantó, han dejado el terreno abierto a la especulación. A atlantes, extraterrestres y hasta al mismísimo patriarca José de la Biblia se les ha atribuido la construcción de este edificio… sin pruebas. En realidad, tratándose de la Gran Pirámide, casi no hay pruebas de nada. Casi, por ejemplo, por raro que parezca, nunca se ha encontrado la momia de un faraón dentro de una pirámide.
Es más, cuando se ha encontrado el ajuar funerario -los tesoros-, no había cuerpo, e incluso cuando se ha localizado alguna cámara sepulcral intacta en una pirámide, el sarcófago ¡siempre estaba vacío! ¿Por qué? Algunos expertos creen que las pirámides nunca sirvieron como tumbas, sino como templos iniciáticos. Se apoyan en anomalías tales como que el faraón Snefru -padre de Keops- se construyó tres pirámides (¿para qué querría tres tumbas?), o que el simple hecho de levantar un monumento tan llamativo como una pirámide era un reclamo irresistible para los ladrones de tumbas. En 1994, un ingeniero angloegipcio, Robert Bauval, propuso una idea genial. Se dio cuenta que las tres grandes pirámides de la meseta de Giza estaban distribuidas sobre el desierto de manera idéntica a como estaban las tres estrellas del cinturón de la constelación de Orión.
Estudiando los llamados Textos de las pirámides, Bauval descubrió, además, que para los antiguos egipcios Orión era el equivalente celestial del dios Osiris, y su cinturón era lo que los egipcios llamaban el Duat, una especie de puerta por la que el alma del faraón debía pasar para llegar al Amenti, al más allá. ¿Era tan ilógico creer que quien levantó las pirámides lo hizo pensando en construir sobre la tierra una réplica gigante de la puerta al más allá para el faraón?

Los últimos estudios demuestran que, en efecto, las pirámides eran una especie de máquinas astronómicas, lo que convierte el enigma en más irritante si cabe. ¿De dónde obtuvieron los egipcios esa precisión astronómica? ¿Y matemática? No olvidemos descubrimientos como el que hizo en el siglo pasado John Taylor, al demostrar que el perímetro de la pirámide dividido entre el doble de su altura equivale a 3,1416… el número pi. Pero, según nos enseñaron en el colegio, pi ¡lo descubrieron los griegos siglos más tarde!
El último enigma de la Gran Pirámide saltó en 1993 cuando un pequeño robot diseñado para explorar un angosto pasadizo de 20 x 20 cms que atraviesa todo el monumento desde la llamada cámara de la reina, descubrió algo sorprendente. Una puerta con sendos pomos de cobre derretidos por el tiempo parecía impedir el paso a una cámara secreta. De confirmarse las sospechas, y dado que 60 metros de galería minúscula separan esa cámara de la de la reina, esa habitación sería el único recinto intacto que podría existir en la pirámide. Qué contiene, para qué se diseñó y cuándo se abrirá esa portezuela es algo que decidirán un día de estos las autoridades egipcias. Ojalá sea pronto.
Las pirámides se construyeron en Egipto sólo durante un corto periodo de su historia, entre la III y la XII dinastía aproximadamente. Pues bien, según cálculos de Joseph Davidovits, durante el Imperio Antiguo (apenas de siglo y medio de duración) se utilizaron sólo en la Gran Pirámide casi dos millones de metros cúbicos, en las tres pirámides de Snefru 4 millones, y en la de Kefrén otros dos. En el resto de la historia de Egipto, combinando el Imperio Nuevo, el tardío y el ptolemaico, apenas se alcanzó una cifra de metros cúbicos de 4 millones. ¿Hay o no hay un misterio en esa efervescencia constructora del periodo de las pirámides? ¿Qué pasó después para que se abandonara tanta actividad?
Acerca de la Esfinge y las Pirámides
Egipto está situado al Norte del continente africano, contando con una superficie de 994.000 km2 de los que solamente 36.000 de ellos son cultivables. Su longitud es de 1.025 kms de Norte a Sur y se divide en tres zonas naturales: el Bajo Egipto formado por el delta del Nilo desde el Mediterráneo al Cairo, el Alto Egipto desde El Cairo hasta Assuán, y Nubia, desde el Sur de Assuán hasta el Sudán. El Nilo es el Río más largo del mundo, tiene 6.671 km de longitud. Nace en el Lago Victoria en el centro de África para desembocar en el Mar Mediterráneo formando un gran delta de 23.000 km2.
La amabilidad de los egipcios es sorprendente. La mayoría de ellos hablan muy bien el español. El traslado desde El Cairo hasta la necrópolis de Gizeh, cuna de las famosas tres Pirámides y la Esfinge, dura aproximadamente 1/2 hora. Nos separan sólo 17 km desde el oeste de El Cairo. Allí ya advertíamos la majestuosidad de estas obras milenarias, ubicadas en esta elevada meseta rocosa. ¿Quiénes las construyeron?, ¿cómo?, ¿para qué?, ¿qué edad tienen?, estos son sólo algunos interrogantes principales que rodean a las mismas. Pero últimas investigaciones científicas descubrirían misteriosas cámaras en éstas, como así también confirmarían una edad mucho mas antigua de lo que oficialmente se cree. Estos descubrimientos llamaron la atención a toda la comunidad científica mundial sumando así nuevos misterios a los ya existentes.
La Pirámide de Kheops, la Gran Pirámide, ubicada a casi 460 metros de la segunda Pirámide, es la más grande del mundo entero. Tiene una altura de 147 metros y un peso de 6 millones de toneladas. A esta le falta el piramidión, supuestamente de oro y en su vértice superior. Su construcción perfecta y alineada a los 4 puntos cardinales. Su interior está armado con un complejo sistema de cámaras, túneles, pasillos y galerías. Existen en ésta 3 Cámaras, una subterránea y dos en la superestructura, la Cámara del Rey (cuyo sarcófago se encontró vacío cuando los árabes la abrieron por primera vez en el 820 d.C.) y la Cámara de la Reina.
El sarcófago es mucho más grande que la entrada a la cámara, por tal motivo se supone que se colocó allí antes de que se cerrara el techo. La unión de los bloques y vigas es tan perfecta, están tan unidos que no se puede pasar una hoja de afeitar entre ellos. De las paredes Sur y Norte de estas cámaras salen dos canales estrechos de 20 x 20 cms. Los de la Cámara del Rey van directo al exterior, mientras que la de la Cámara de la Reina terminan en su interior. Se pensó en un momento que eran canales de ventilación, pero ahora se sabe que se utilizarían con fines rituales y fueron alineados con los sistemas estelares como ya veremos más adelante. Junto a ésta Pirámide existen otras 3 pequeñas pertenecientes a las esposas del Faraón y 5 fosos de barcos.
La Pirámide de Kefrén, construida supuestamente por el Faraón Kefrén hacia el 2500 a C, es la única que conserva parte del revestimiento original en su vértice. Está ubicada en el extremo occidental de la calzada y tiene una altura de 143 metros. Haber ingresado a la misma nos resultó algo mágico y sorprendente. La majestuosidad de su construcción y sus cámaras es algo imponente. La unión de sus bloques y vigas es perfecto. Su descenso y ascenso resulta un poco incómodo y tedioso debido a su ángulo de inclinación y el excesivo calor reinante resultaba ser irrespirable. Junto a ésta existen 5 fosos de barcos. A su izquierda, aproximadamente a unos 410 metros se halla la tercera Pirámide, la más pequeña de todas. Su altura, 65 metros del suelo y se denomina Micerinos, atribuido su construcción al Faraón Micerinos, un hijo de Kefrén. Junto a ésta existen otras 3 pequeñas Pirámides pertenecientes a Reinas.
La Esfinge, tallada en roca viva mide unos 20 metros de altura por 14 metros de ancho y unos 70 metros de largo. Se sienta con sus patas delanteras extendidas en una cubeta en forma de U. Desde su parte de atrás hasta sus patas delanteras se pueden juntar cuatro canchas de tenis de tamaño normal. Cabeza humana y cuerpo de león, mira al este por donde sale el Sol, es Centinela de los Misterios Antiguos, deteriorada a través de los siglos por erosiones naturales y maltratada por vándalos y ladrones, es testigo del paso de varias civilizaciones. Al Sur de la Esfinge se encuentra el Templo del Valle, una gran estructura rectangular construída con columnas y dinteles.
Se puede observar en éste anchos canalones en la parte superior de los bloques lo que demuestra que su construcción se realizó en un momento de grandes lluvias. En este Templo no existe ninguna inscripción o datos. Justo enfrente de la Esfinge existe otro Templo mucho más antiguo que el anterior, es el denominado Templo de la Esfinge. Hay allí 24 columnas y el hecho de que el eje este-oeste esté alineado con la Esfinge, indica una función astronómica relacionada con la salida y puesta del Sol en los equinoccios. Al igual que las anteriores nadie sabe la fecha exacta de su construcción


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